DayDreamers,

miércoles, 30 de junio de 2010

Tarde de Marzo.

Aquella tarde de marzo hacía un día estupendo.Había algunas nubes en el cielo,pero no parecía que trageran lluvia.La hípica estaba vacía así que decidí salir a dar un paseo con mi yegua por el campo.
Todo parecía normal,hacía calor,los árbolos ya empezaban a coger color y se oían los primeros pájaros anunciando la llegada de la primavera.
Pensé en escuchar música mientras admiraba el paisaje,pero el murmullo del arrollo descendiendo desde las colinas era tan hermoso que merecía la pena escucharlo.
Seguimos caminando por las praderas que rodeaban el picadero,pero depronto un ruído inquietó a Lérida.Nunca había ocurrido esto,era una yegua muy tranquila y confiada,así que fuera lo que fuese aquello,realmente era una amenaza.
Comencé a oir disparos,quizá aquello fue lo que la inquietó.No le dí importancia,aquella zona estaba repleta de cazadores pero nunca habiamos tenido problemas con ellos.
Continué nuestro paseo concentrándome en tranquilizarla ya que aun seguía algo inquieta.
Comenzaba a anochecer y había que volver a la hípica.Pero de nuevo comenzaron los diparos.Esta vez se oín más cerca,a escasos metros de nosotras.Me asusté.Pensé que sería mejor alejarse de la zona.
Bajábamos las praderas a una velocidad incontrolable.Los disparos seguían avanzando.Despues de oír el último,Lérida se desplomó.
Pasaron horas hasta que me desperté en un charco de sangre.Ella se encontraba a escasos centímetros de mí.Apenas respiraba,tenía los ojos entreabiertos y estaba empapada en sudor.
Me acerqué rápidamente y le puse la mano en el vientre.Casi no tenía pulso y sus venas estaban hinchadas.La sangre seguía manando pero no conseguía encontrar la herida.Fui palpando su cuello ya que parecía que la sangre salía de ahí.Finalmente la encontré.Me saqué la chaqueta y se la até alrededor para intentar frenar la hemorragia.
Llamé a mis padres.Casi no había cobertura,pero logré localizarlos.Avisaron enseguida a la policía,había anochecido y despues de la caída me había quedado totalmente desorientada,así que necesitarían ayuda para encontrarnos.
Les dije que trageran un remolque y un veterinario,Lérida estaba herida.
No tardaron mucho en llegar.Mi madre se avalanzó sobre mí e intento meterme en el coche.Me resistí con todas mis fuerzas,Lérida nunca me había abandonado,así que yo no la abandonaría a ella.
Sin pensarlo,eché a correr hacia la yegua y me abrazé a ella con todas mis fuerzas.Sabía que no se podía hacer nada por salvarla.
Pude escuchar como el veterinario hablaba con mi padre.Lérida estaba sufriendo y no llegaría viva a la hípica.Fue entonces cuando me acerqué a su oído y en un susurro le dije : Nunca te olvidaré pequeña.
Casi sin fuerzas ella giró la cabeza hacia a mí para mirarme por última vez,la apoyó en mis piernas y cerró los ojos para no abrirlos nunca más.
Murió en mis brazos,pude sentir como su corazón dejaba de latir.
Fue entonces cuando me dí cuenta de que un segundo basta para acabar con todo.Aquella tarde de Marzo,mi vida dejó de tener sentido.

domingo, 13 de junio de 2010

Waldorf,te debo mucho.


Todo lo que pueda escrbir hoy en este pequeño rincón de mi blog nunca estará a su altura.

Poco tiempo pero demasiados momentos juntas.Enrealidad la conozco de toda la vida,pero este último año me ha servido para darme cuenta de la gran persona que es.

Para empezar,diré que es una borde desequilibrada,y ella lo sabe.Pero por alguna extraña razón,que a día de hoy desconozco,para mí siempre tiene una sonrisa y una palabra de apoyo.

Son muchas cosas las que poder decirle,pero pocas las palabras que la definen con exactitud.

Estar a su lado me tranquiliza,me da fuerzas suficientes como para seguir adelante día a día.Sus palabra me dan ánimo y consiguen armarme de valor para enfrentarme a todo lo que se me viene encima.

Tenerla cerca me llena por dentro.
A día de hoy,Nerea Waldorf es una de esas amigas que se cuentan con los dedos de una mano.
Hoy,si me faltas,me muero.

Gracias.

Recuerdos imborrables.


En más de una ocasión me he sentido sola.¿Quien no?Piensas que en ese momento nada puede ir peor,que todo se te viene encima.Que eres la persona más desgraciada de este mundo.

Lloras y lloras pero no es suficiente.Te duele por dentro.Te duele tanto como si tu alma se estuviera desquebrajando en mil pedazos imposibles de recuperar.

Estás sentada ante el ordenador y sin saber porque tu ratón se mueve hacia la carpeta de fotos.

La abres esperando buscar una solución o por lo menos un alivio.

Es increíble,casi imposible.Cuando todo parecía gris,esa foto te devuelve la sonrisa.Es una foto normal y corriente,sin más.Pero te trae tantos recuerdos que te resulta imposible no sonreír.

Las vas pasando una a una y tu tristeza va encogiendo hasta quedar totalmente reducida.

Cada una es un recuerdo, y cada recuerdo es una lucha ganada a esa agonía que te invadía por dentro.


Gracias.

Creo que hay una fuerza en este mundo que yace bajo la superficie.Algo primitivo y salvaje que se despierta cuando necesitamos ese empujón extra para sobrevivir. Como esas flores salvajes que nacen despues de que el fuego haya ennegrecido todo un bosque.
La mayoría de la gente lo teme y lo mantiene encerrado en lo más profundo de su ser.Pero siempre habrá quien tenga el corage de amar aquello que lleva en su interior y que todavía está sin domar.

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Me encanta llorar sobre el mar porque es el único lugar donde mis lágrimas parecen pequeñas.

sábado, 12 de junio de 2010

Aprender que en la vida,todo son errores.


Cuando crezcas,descubrirás que ya defendiste mentiras,te engañaste a tí mismo o sufriste por tonterías.Si eres un buen guerrero,no te culparás por ello,pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.